Hablar del tiempo en clases de español
Hablar del tiempo en clases de español es un método infalible con el que captar la atención de los alumnos. El proceso de adquisición de una lengua no es igual para todos los estudiantes. Sus dificultades e intereses varían, entre otros factores, según su lengua materna, edad o cultura, lo que obliga a los docentes a idear y poner en práctica decenas de estrategias y actividades con las que motivar a los estudiantes a perder el miedo a hablar.
Pero si hay un tema que hasta los más tímidos se aventuran a comentar, independientemente de su nivel de español, es el tiempo. Rompehielos universal, señalar lo feo que está el cielo hoy en la ciudad donde se estudia o comparar el clima con su lugar de origen es muchas veces el calentamiento perfecto para iniciar la clase.
El refranero español cuenta con muchos ejemplos que demuestran que hablar del tiempo siempre ha sido, y será, tendencia, aunque con el cambio climático la mayoría corren el riesgo de quedar obsoletos. Vamos a repasar algunas de estas pequeñas cápsulas de sabiduría popular que tanto suelen interesar a nuestros estudiantes, y con los que, además de aprender español, pueden conocer la cultura y la particular climatología de España. Algunos refranes para hablar del tiempo en clases de español:
Madrid, seis meses de invierno y tres de infierno
Hace ya décadas que este dicho ha quedado desfasado, pues los veranos en la capital española son cada vez más largos, pero sigue resumiendo muy bien el carácter extremo del clima de una ciudad donde, como habitualmente se dice, apenas tenemos primavera, el estío es muy caluroso y hay periodos invernales bastante fríos. Basta oír las risas en la clase cuando les descubres este refrán para comprobar que algo de razón aún conserva.
En abril, aguas mil – April showers bring May flowers
Al contrario de lo que piensan muchos extranjeros, en España no siempre hace sol. Los datos meteorológicos de los últimos años confirman que el segundo mes de la primavera todavía mantiene su fama de ser de los más lluviosos del año, lo que explica el “aguas mil” del refrán.
Hasta el 40 de mayo, no te quites el sayo
En palabras más simples: hasta el 9 de junio, no te confíes y no guardes aún la ropa de invierno (en este caso, representada por el sayo, prenda de vestir de hechura simple y amplia que usaban antiguamente artesanos y campesinos). Aunque es cierto que el verano meteorológico empieza el 1 de junio, y ya en mayo podamos tener jornadas de mucho calor, es habitual que el tiempo nos sorprenda con algún otro día frío. ¿Una prueba?: el sonido de nuestros desprevenidos estudiantes sonándose los mocos en pleno junio.
Septiembre, o seca las fuentes, o se lleva los puentes.
El mes más odiado por muchos, porque suele significar el fin de las vacaciones para gran parte de los españoles, también es de los más inciertos en cuanto a climatología. O puede ser escaso en lluvias y caluroso (por eso lo de “seca las fuentes”) o especialmente lluvioso (de ahí la hipérbole “se lleva los puentes”).
Cuando marzo mayea, mayo marcea
Si hay un refrán que el cambio climático amenaza con convertir en reliquia del pasado es este. Con poca base científica según los expertos, viene a señalar que si en marzo hace buen tiempo es más probable que en mayo haga justo lo contrario. Es más útil quizás para señalar que cuando un año el clima no responde a los patrones habituales, uno puede esperar cualquier cosa.
Año de nieves, año de bienes
Muy utilizado por los agricultores, este dicho nos dice que un año de buenas nevadas garantiza buenas cosechas, ya que nutre las corrientes de agua y mantiene húmeda la tierra de los cultivos. Pero este año Filomena se ha encargado de poner más en duda que nunca el refrán: con registros de nevadas históricas, incluso en lugares poco dados a acabar cubiertos de blanco como Madrid capital, la borrasca ha ocasionado en 2021 daños en más de 8.000 hectáreas de cultivo.
Si la Candelaria nieva, treinta días más con ella
El último refrén para hablar del tiempo en clases de español tiene relación con la de tradición católica de España, donde es habitual asociar cada día del calendario con un santo, vi
rgen o acontecimiento religioso. El 2 de febrero corresponde a la Candelaria, patrona de las Islas Canarias, y también celebra la Purificación de la Virgen después del parto. El refranero español también recoge varias muestras dedicadas a esta singular fecha. Según el dicho que nos ocupa, si este día nieva o hace mucho frío, significa que el invierno será más largo. Curiosamente, en Estados Unidos se trata también de una jornada significativa desde el punto de vista meteorológico. Allí llamado Día de la Marmota, la sombra más o menos larga que proyecte un afamado roedor al salir de la madriguera determinará la duración del periodo invernal.