Nuevas socias de nuestra escuela de español en Madrid
Han pasado ya unos meses desde que entráramos a formar parte de este gran equipo que forma Cronopios Idiomas y es el momento de mirar atrás y hacernos conscientes de lo que ha supuesto para las nuevas socias de nuestra escuela de español en Madrid dar este paso. Por esta razón, me he propuesto contestar a esta pregunta y también se la he planteado a mis compañeras
Una escuela de español diferente
Reyes responde casi sin pensar, lo tiene muy claro. Es nuestra socia más joven, pero ha tenido tiempo de ejercer la docencia en universidades de lugares tan remotos como Estados Unidos o China. Rebosa entusiasmo tanto en sus clases como en su respuesta: ¨Cuando dedicas parte de tu vida a ser profesora de español, una sueña inevitablemente con trabajar en una escuela de español. Y si la escuela trata bien a profesores y alumnos, mejor que mejor. Lo que una no imagina es que va a encontrar una escuela como Cronopios Idiomas: una cooperativa en la que la prioridad es lo humano y el trabajo es siempre un proyecto de equipo.
Antes de entrar como socia ya entreveía el cariño que invade la sala de profesores, o la profesionalidad y el respeto con el que se trata a los alumnos. Pero fue firmar aquel contrato, que dejaba por escrito que yo, como el resto, tenía un cachito de eso que una vez fue un sueño y ahora es escuela, y empezar a sentir lo que Cronopios Idiomas de verdad es: un equipo que no para de crecer, con gente de todo el mundo y gente de aquí, que es también la gente de siempre: profesores que son amigos y te ayudan, te celebran y comparten contigo el mismo sueño. Ser socia de Cronopios Idiomas es el final de una carrera que cumple tus expectativas. Pero también un poquito más: una experiencia que te hace crecer y crece contigo.
Compartiendo la admiración y la pasión de Reyes por la escuela, puedo añadir que Cronopios Idiomas sí es diferente ya que nuestra escuela no es un intermediario negociador entre el alumno y el profesor, previa negociación de un pago proporcional por las clases impartidas. En nuestra escuela tenemos un salario que no varía según el número de clases y la estabilidad de los profesores es una prioridad. Conocemos a nuestros estudiantes y a los estudiantes de nuestros colegas profesores. Nos ayudamos y aconsejamos para poder incrementar la eficacia en el proceso de aprendizaje del estudiante y sentimos orgullo por los logros del alumno, ya sea porque han pasado una prueba de ingreso para continuar estudiando en nuestro país, o bien porque han realizado pequeños sueños, abierto negocios, y ellos también sienten que hemos formado parte de sus vidas… estoy pensando en un exalumno que pasó la semana pasada para dejar una planta de su propia floristería, recién abierta en Madrid.
Dueñas de nuestros destinos
Luisa responde concisa, ha necesitado un tiempo para reducir su respuesta a la frase imprescindible: ¨Ante la propuesta reciente de ser socia de Cronopios Idiomas he accedido con mucha ilusión. Si eres una persona entusiasta de tu trabajo, una cooperativa te brinda la oportunidad de mejorar como profesional al implicarte más en el funcionamiento del negocio¨. Luisa ha trabajado diez años en Alemania y para ella es importante que el trabajo sea responsable y eficaz, además de placentero. Su trabajo es siempre impecable y exhaustivo. A Luisa le gustan las cosas bien hechas. Para ella es importante implicarse en el trabajo y eso es más posible cuando sabes que todo el trabajo que estás invirtiendo en la escuela repercute en el funcionamiento de la empresa que nos ha acogido y abierto las puertas a las nuevas socias de nuestra escuela de español en Madrid.
Y yo estoy totalmente de acuerdo con ella. Nuestra escuela hace 10 años era sólo un sueño de docentes románticos, que creyeron en ellos mismos para poder gestar lo que tenemos ahora: una empresa que pertenece a todos, ahora también a nosotras, las nuevas socias de nuestra escuela de español en Madrid. Nosotras ahora nos sentimos responsables de sus gastos y orgullosas de sus logros, sentimos que es nuestra casa y eso se refleja siempre en el aula, en la calidad profesional y humana de las clases.
Creciendo en tiempos de crisis:
Manuela lo piensa y contesta decidida. Ha trabajado durante años en universidades en Italia y tiene su propio blog docente. Está acostumbrada a dirigir y recibir órdenes; para ella entrar a formar parte de la escuela ha sido como llegar a un oasis: ¨Formar parte de una cooperativa es una experiencia de trabajo horizontal, que es la mejor manera de trabajar, pero que, por desgracia, tan pocas veces se da en la vida. Para mí la cooperativa es compartir, partir en un viaje hacia la generosidad, el aprendizaje mutuo y el crecimiento personal¨. Como ella misma afirma, por desgracia pocas veces encuentras en la vida la posibilidad de trabajar con una organización horizontal, en la que todos somos diferentes y, por ello, todos aportamos riqueza, no hay jefes, hay un equipo de trabajo.
Y esa horizontalidad se puso de manifiesto en la crisis más profunda que ha sufrido la escuela y el mundo: la crisis de la pandemia de COVID-19. Cuando muchas empresas estaban despidiendo a sus trabajadores para poder sobrevivir, Cronopios Idiomas apostó por lo contrario: crecer, hacernos más fuertes gracias al equipo y fue así, cuando, sin sentir la ansiedad sentida por mucho trabajadores, nuestra escuela nos lanzaba una propuesta para navegar juntas, navegar mejor.
Otra de las nuevas socias de nuestra escuela de español en Madrid es Amarilis, ella se encarga del mantenimiento y de que todo esté a punto cada mañana. Para nosotras, ver a Amarilis nos llena de paz, ella es todo bondad y, cuando le pregunto, comenta: ¨Para mí es una nueva experiencia. Nunca había participado de una organización horizontal, y en este trabajo me siento acogida y más independiente, siento que soy mi propia jefa¨. Amarilis ha resumido perfectamente lo que sentimos las demás.
Una escuela de integración
Por último, quiero añadir un aporte personal. Yo soy Ana Victoria, pero todos me conocen como Viki. Mi experiencia anterior también ha sido como docente en el extranjero: en mi caso Rusia y Eslovenia. Allá donde fui tuve que escuchar, aprender, integrarme, al igual que mis compañeros lo hicieron en su momento. Ahora, nosotras tenemos la oportunidad de facilitar esa tarea a nuestro alumnado: sentimos que nos involucramos en su proceso de vida, de aprendizaje. Fomentamos en el aula el respeto y el interés hacia otras culturas porque sabemos lo que significa estar fuera de tu país. El hecho de ser socia, me hace responsabilizarme más de mis alumnos, ya que no estoy sola, hay un equipo que opina, que te apoya.
Y estas son las razones que nos han llevado a ser nuevas socias de nuestra escuela de español en Madrid. Para nosotras no es sólo un trabajo, al igual que para los alumnos no es sólo aprender una lengua, es algo más, es sentir que estás acompañado por un equipo y que no estás solo fuera de tu país.
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