Practicar el subjuntivo en español
Todos los profesores de español que formamos Cronopios Idiomas nos hemos topado con ese momento clave, por un lado misterioso que genera expectación y ganas y por el otro receloso que provoca miedo e inseguridad, de introducir el modo subjuntivo en nuestras clases de español. ¿Qué hacer? ¿Cómo introducirlo sin que los alumnos salgan despavoridos? ¿Podemos enseñar el subjuntivo de manera divertida y comunicativa? ¡Que no cunda el pánico! En esta entrada voy describir algunas actividades para practicar el subjuntivo en español.
Contamos con muchísimas actividades para practicar el subjuntivo en español en nuestra clase de español de una manera efectiva, amena y divertida. Como todos sabemos el subjuntivo es otro planeta dentro de la vía láctea que es el español o mejor dicho, es un satélite que gira alrededor de su planeta: el indicativo. No podemos abordar este satélite de golpe o querer abarcarlo todo desde el principio, una progresión coherente será la clave para aterrizar en este nuevo satélite con alegría y eficacia.
La primera aproximación al subjuntivo siguiendo las indicaciones del MCER se hace en el nivel intermedio B1 a través de las oraciones subordinadas sustantivas flexionadas, tanto en función de sujeto (me encanta que me llames), como en función de objeto directo (quiero que vengas). Es fundamental que, junto con las reglas gramaticales o la práctica de la conjugación del presente de subjuntivo, en este caso, practiquemos lo estudiado con actividades sencillas, lúdicas y pertinentes. La pertinencia de una actividad, que sea real y que el estudiante reproduzca esta actividad en su vida diaria es básico para que nuestro estudiante conecte con ella de igual manera. Todos estamos de acuerdo en la rentabilidad y utilidad de este tipo de oraciones en tu día a día en español, ya que utilizamos las oraciones sustantivas para, entre otros aspectos, expresar sentimientos, sensaciones u opiniones.
Después de esta reflexión vamos a elegir tres o cuatro situaciones habituales, comunes, en el aula de español, podrían ser:
- Cuando aprendo un contenido gramatical nuevo.
- Cuando me equivoco al hablar español.
- Cuando no recuerdo una palabra en español.
El ejercicio es tan sencillo, pero a la vez tan efectivo, como que cada estudiante exprese qué le gusta y qué no le gusta en cada una de estas situaciones en el aula de español. Un ejemplo podría ser:
- Cuando aprendo un contenido gramatical nuevo: me gusta que la profesora y mis compañeros tengan paciencia conmigo…
- Cuando me equivoco al hablar español: me enfada equivocarme/no me gusta equivocarme/ me gusta que mis compañeros me corrijan…
- Cuando no recuerdo una palabra en español, prefiero explicar esa palabra de otra manera o prefiero que mis compañeros me ayuden…
Pese a la sencillez de la actividad combina pertinencia, rentabilidad y adecuación, sin olvidarnos de que estamos recibiendo una información valiosísima sobre la personalidad de nuestros alumnos y sus reacciones en el aula de español. Si cambiamos las tres situaciones seleccionadas por otro contexto o ámbito las posibilidades son infinitas. No debemos olvidar que, para asimilar un contenido, la repetición en diferentes destrezas se hace muy necesario. Con lo cual el alumno debería expresarse oralmente, pero también por escrito en esta actividad y repetirlo varias veces.
Seguimos dentro de las oraciones sustantivas, pero nos vamos, en esta ocasión, a los verbos de cabeza, pensamiento y habla. Para practicar esta regla podemos adaptar la famosa actividad de Marta Higueras para asimilar colocaciones léxicas, esta vez para fijar la regla con los verbos de cabeza. Vamos a disponer a nuestros alumnos en parejas, en las que, uno de ellos va a negar la afirmación dicha por su compañero, por ejemplo:
- Creo que viene – NO creo que VENGA.
- Veo que llueve – NO veo que LLUEVA.
- Te informo de que mañana te pago – NO te informo de que mañana te PAGUE.
Lo interesante sería que el estudiante que niega la oración lo haga a una velocidad rápida, no obstante, las primeras clases les daremos el tiempo oportuno para que acudan a la forma de subjuntivo que acaban de aprender. Esta repetición hace que la forma se fije y sigue teniendo pertinencia en la vida real, ya que en múltiples intercambios comunicativos negamos lo afirmado por otra persona, bien para corregir la información o para dar nuestro punto de vista.
Si queremos dotarlo de más pertinencia significativa podemos acudir a información relacionada con la cultura o la lengua de nuestros estudiantes, llevar a clase prejuicios o estereotipos y aprovechar, de igual modo, para tumbarlos, trabajando así cuestiones culturales muy interesantes.
Son solo dos ejemplos de actividades sencillas para practicar el subjuntivo en español, pero pertinentes, para trabajar el subjuntivo en nuestra clase de español. No debemos olvidarnos del nivel, estamos en un B; partir de ejercicios sencillos con instrucciones fácilmente comprensibles para ir, progresivamente, hacia actividades más complejas hará que nuestros estudiantes cojan confianza en sí mismos y se aproximen a este nuevo satélite con entusiasmo e interés.
No dejéis que el descubrimiento de este nuevo satélite del indicativo os amilane, pues, no es posible hablar español sin subjuntivo y una vez lo descubras, asimiles y lo uses en tu día a día (¡ojo con todos los subjuntivos que acabo de utilizar!) pensarás: ¡cómo he podido vivir todo el nivel A sin subjuntivo! ¡Subjuntivízate!