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Expresiones con animales en español

Nuestra relación con los animales ha existido desde el principio de los tiempos y esto ha dejado una importante huella en el lenguaje. Por eso contamos con una infinidad de expresiones con animales en español para describir el carácter o el estado de una persona o referirnos a situaciones de la vida cotidiana.

Debido a la cantidad y variedad de las expresiones con animales en español, vamos a hacer una lista clasificándolas según la especie de la que se trate.

Empecemos por las expresiones con animales en español que se refieren a nuestras mascotas preferidas: perros y gatos.

Sin saberlo, estos simpáticos mamíferos han aportado una gran riqueza de léxico al idioma español sin apenas proponérselo.

Empecemos por los perros. Si bien en la actualidad cualquiera de nosotros siente una gran envidia por la calidad de vida de su perro si la comparamos con la nuestra, históricamente esto no era así, de ahí que  una vida dura sea una vida perra, un mal día, un día de perros. Si hace mal tiempo, hace un tiempo de perros, y si eres más bien vago y estás todo el día sin hacer nada también serás un perro.

Los gatos no tienen mucha más suerte: cuando sospechamos que hay algo que no nos quieren contar, cuando sospechamos de algo o de alguien, diremos que “aquí hay gato encerrado”, aunque cuando conseguimos lo que queremos, nos salimos con la nuestra , nos habremos llevado el gato al agua. Una expresión con gatos en español bastante graciosa hace referencia a cuando llegamos a un lugar o a un evento donde no hay casi nadie. Por ejemplo, si vamos al concierto de la banda de k-pop de un amigo pero no hay casi público, contaremos que en el concierto “había cuatro gatos”.

Si dos personas no tienen lo que se dice una buena relación y no pueden ni verse, diremos que se llevan como el perro y el gato.

Expresiones con animales en español

Pasemos ahora al mundo de las aves para encontrar otras expresiones con animales en español.

En este caso, los más afortunados tendrán una vista de águila si gozan de una buena visión y no necesitan gafas. Y siempre querremos invitar a comer a aquellos que coman muy poco,  porque comen como un pajarito.

Los más idealistas y poco pragmáticos, como nuestro Don Quijote de la Mancha, tienen muchos pájaros en la cabeza, cosa que también suele pasarle a los adolescentes, que, sin embargo, por la inmadurez propia de la edad, diremos que están en la edad del pavo, es decir, la edad de hacer tonterías y tomárselo todo a la tremenda.

Del sustantivo pavo tenemos también un verbo muy interesante, pavonearse, lo que sería presumir. Por ejemplo, si les enseñas a tus amigos el Tesla que te acabas de comprar, diremos que te estás pavoneando.

Y para terminar, los más desafortunados siempre pagan el pato que es lo que ocurre cuando tenemos que asumir la culpa por algo que no ha sido responsabilidad nuestra.

Y no nos olvidemos de las gallinas, porque cuando algo nos emocione o nos asuste, se nos pondrá la piel de gallina. Si con la edad nos salen arrugas en el contorno de los ojos, en el mundo hispanohablante nos salen patas de gallo, y si tenemos un amigo que no se caracteriza precisamente por su valentía, podemos decirle que es un gallina.

El mundo de los reptiles también ha aportado algunas funciones idiomáticas interesantes en el mundo de las expresiones con animales en español: si andas muy despacio, andarás a paso de tortuga, y si eres un poquito falso o sospechosamente exagerado a la hora de exteriorizar una emoción relacionada con la pena o la tristeza, en el caso de que llores, diremos que tus lágrimas no son reales, sino lágrimas de cocodrilo.

Otra expresión con animales en español bastante divertida relacionada con el mundo de los reptiles tiene que ver con los lagartos. Antiguamente se usaba la interjección “¡Lagarto, lagarto!” para alejar de nosotros alguna situación, persona o símbolo que considerábamos, supersticiosamente, que podía traernos mala suerte. En alguna película de Pedro Almodóvar se usa esta expresión de manera muy certera.

Pasemos a algunas expresiones con animales en español en el ecosistema marino. Por ejemplo, cuando estamos muy a gusto en un lugar y nos sentimos como en casa, decimos que estamos como pez en el agua. Pero si en una discoteca llega el típico borracho pesado a manosearte en los límites de la legalidad, diremos que esta persona es un pulpo.

Para finalizar, acabaremos con algunas de las expresiones con animales en español más comunes relacionadas con la gran familia de los mamíferos, según las cuales si estás un poco loco, en el mejor de los sentidos, o eres un poco extravagante, estás como una cabra. Si no ves precisamente bien, no ves tres en un burro. Si la generosidad no es lo tuyo y ni se te ocurre dejar propina en los restaurantes, eres un rata. Si eres el raro o la rara de la familia, eres la oveja negra y aquel ex novio que te engañó con tu mejor amiga siempre será un cerdo.

En conclusión, como podemos ver, los animales, aparte de inspirarnos, acompañarnos, ayudarnos y, afortunadamente, ser objeto de leyes para asegurarnos de que reciban un trato justo, llenan el idioma español de todo tipo de expresiones que, usadas en el momento y la situación adecuadas, enriquecerán nuestro vocabulario volviéndolo más expresivo. A los estudiantes de nuestra escuela de español en Madrid les encanta aprender a usar expresiones coloquiales como las que he presentado en esta entrada.

Ser y estar en español

La diferencia entre ser y estar en español es una de las cuestiones que más dificultades presenta a la hora de aprender el correcto uso de la lengua. Si esto es así se debe fundamentalmente a que tales diferencias no se dan en la mayoría de las lenguas, donde el verbo ser equivale al verbo estar.

No hay una regla general para todos los casos, pero en esta entrada voy a dar algunas orientaciones para usar correctamente ser y estar en español, una cuestión que empieza a estudiarse dede el nivel A1.

Los hispanohablantes vamos aprendiendo los usos, los interiorizamos y nos resulta natural decir cosas tan aparentemente extrañas como “Soy lo peor” o “Estoy que trino”, que significan, respectivamente, soy una persona horrible y estoy muy enfadado.

SINGULARIDAD / CIRCUNSTANCIAS

Empezamos con una de las primeras indicaciones que se explican para diferenciar ser y estar en español: ser se refiere a cosas definitorias de la esencia de algo, que proceden de su interior y no de las condiciones exteriores y por ello suelen ser duraraderas. Por ejemplo, las características físicas como soy alto, soy rubio y soy pelirroja; la nacionalidad como soy francés o soy senegalés; las profesiones como soy panadero o soy veterinaria. Casi cualquier adjetivo que que defina las cualidades, singularidades y características puede ser utilizado con ser: soy musulmán, soy vegetariana, soy progresista, soy zurdo, soy simpático. Si queremos saber qué es algo, qué lo hace particular, utilizamos el verbo ser: ¿Qué es el tinto de verano? Es una bebida. ¿Qué es el euro? Es la moneda europea.

Por otro lado, estar describe aquello que depende de circunstancias externas y suelen ser variables y pueden cambiar en relación a situaciones concretas: Estoy triste porque no tengo trabajo, pero puede que mañana encuentre un trabajo y cambie mi estado de ánimo. Estoy cansado porque no he dormido bien. Estoy harto de mi jefe porque es muy irrespetuoso. Es decir, estados de ánimo o físicos que cambian y no permanecen más allá de unas circunstancias concretas.

Ser y estar en español

LOCALIZACIÓN DE COSAS, PERSONAS, ANIMALES, LUGARES Y EVENTOS

El verbo estar también indica la localización de cosas, personas, animales y lugares:  Mi móvil está en la mesa / Mi compañero de piso está en la cocina / Mi perro está en el jardín / Madrid está en el centro de España. Sin embargo, el verbo ser indica la localización de eventos: Mi boda será en Madrid / El partido de fútbol es en el estadio Santiago Bernabéu / La película es en la sala número dos.

ESTAR + GERUNDIO

El verbo estar más gerundio sirve para referirse al proceso de desarrollo de una acción: Estoy aprendiendo español. También lo utilizamos para hablar de una acción eventual: Soy arquitecto, pero estoy trabajando como camarero. Por último, estar + gerundio expresa que una acción sucede en el momento en el que hablamos: Estoy esperando el autobús.

BIEN Y MAL – BUENO/A Y MALO/A

Los adverbios bien y mal NUNCA se usan con el verbo ser. No decimos “es bien comer sano” ni “es mal mentir”. Para esto usamos los adjetivos bueno y malo: es bueno comer sano, es malo mentir. O el verbo estar: “está bien comer sano”, “está mal mentir”.

Pero no ocurre lo mismo con bueno y malo, que podemos usar indistintamente con ser o estar, aunque en este caso cambia el significado.

Ese vino es bueno = es de buena calidad

Ese vino está bueno = tiene un buen sabor

Para adverbios como genial, fatal y regular hay que saber el funcionamiento en cada caso, lo cual es más difícil. Por ejemplo, puedo decir “ese restaurante es genial” o “ese restaurante está genial” indistintamente, pero no puedo decir “el examen es regular/fatal”, sino “el examen está regular/fatal”, ya que en este caso ponemos énfasis en el resultado del examen.

ADJETIVOS QUE CAMBIAN DE SIGNIFICADO

Para acabar de arreglar las cosas, hay adjetivos que cambian su significado según se usen con ser o con estar. Aquí van los más comunes.

Ser bueno = ser de buena calidad (cosas), ser bondadoso (personas).

Estar bueno = tener buen sabor (alimentos y bebidas), ser muy atractivo físicamente (personas) o tener buena salud después de una enfermedad.

Ser malo = de mala calidad (cosas), una persona deshonesta (personas).

Estar malo = tener mal sabor o estar pasado de fecha (alimentos y bebidas). Estar enfermo para personas.

Ser verde = color, ecologista.

Estar verde = saber muy poco de algo o tener poca experiencia en algo.

Ser listo = inteligente

Estar listo = preparado

Por último, hay adjetivos que se usan con ser y estar, pero tenemos que apreciar la diferencia. Si yo soy triste es que soy así, siempre, es mi naturaleza. Si estoy triste es porque algo ha pasado y como resultado estoy de esa manera. Si soy delgada debe a mi genética, también puedo decir que estoy delgada después de hacer una dieta.

VOZ PASIVA

La voz pasiva puede formarse con ser y estar, pero expresan cuestiones diferentes: El coche está reparado / El coche ha sido reparado por mi hermano, que es un manitas. En los ejemplos podemos comprobar que la voz pasiva con estar indica el resultado de una acción y con ser expresa que una acción fue realizada gracias a un sujeto (agente pasivo) implicado.

Los diferentes usos de ser y estar en español son de las cuestiones más difíciles de asimilar por los estudiantes de español. Espero haberos aportado una visión general, pero si tenéis mayor interés podéis leer otros artcículos como este: Usos de ser y estar. Revisión de la gramática y constatación de la realidad lingüística.

Palabras en español sobre ropa

Palabras en español sobre ropa

En esta entrada voy a explicar el origen de algunas palabras en español sobre ropa de una forma entretenida. Seguro que alguna vez, desesperado por la cantidad de términos que no entiendes en los textos, le has hecho esta pregunta a tu profesor de español. Y más seguro aun es que te suenen los siguientes consejos: haz listas con todas las palabras nuevas que aprendas cada día; ve muchas películas y series españolas con subtítulos en español, lee la prensa diaria… ¡Qué fácil es decirlo! ¿Verdad? Sin embargo, nada como que haya una historia detrás de una palabra para ayudarnos a memorizarla e incorporarla con más facilidad a nuestro discurso habitual. A los profesores de español nos encanta cuando podemos apoyarnos en una curiosidad para explicar el uso de un término, pero son los alumnos quienes realmente agradecen que, a veces, no todo parezca una sucesión arbitraria de letras.

¿Y si te dijera que las palabras con las que nombramos algunas de tus prendas favoritas tienen un curioso origen? ¿Quieres saber por qué se llama así ese accesorio imprescindible para ti? Entonces, sigue leyendo y descubre conmigo la historia que se esconde detrás de la ropa que guardas en tu armario. Además, a muchos estudiantes de español también les encanta ir de compras por la ciudad, así que ampliar su vocabulario sobre palabras en español sobre ropa siempre es muy útil.

La rebeca

Lo que los angloparlantes denominan ‘cardigan’, en España adoptó este nombre de mujer gracias a la película Rebeca, dirigida por Alfred Hitchcock en 1940. El personaje protagonista, interpretado por la actriz Joan Fontaine, vestía este tipo de chaqueta de punto, por eso, debido a la popularidad que tuvo el filme en este país, esta prenda terminó ligada para siempre al título de este clásico del cine.

Palabras en español sobre ropa

Película ‘Rebeca’, dirigida por Alfred Hitchcock en 1940

Los vaqueros

Un momento muy divertido en las clases de español es la cara de extrañeza de los alumnos cuando descubren que sus ‘jeans’ de toda la vida aquí se llaman vaqueros. Quizás muchos no sepan que el propio término en inglés viene de la expresión ‘bleu de Gênes’, que significa “azul de Génova”, el color del tinte natural con el que los marineros genoveses coloreaban sus telas, y que posteriormente los ingleses exportaron a América para aplicarlo a la fabricación de sus pantalones. La resistencia del material de esta nueva prenda hizo que fuera la más idónea para los trabajos que se precisaban en la conquista del Nuevo Mundo, entre ellos el cuidado del ganado. De ahí que en español, se use la palabra vaqueros (‘cowboy’ en inglés), ya que fue un tipo de ropa que durante mucho tiempo se asoció a esta profesión.

Las manoletinas (Spanish ballerinas)

Esta variedad de bailarinas tiene su origen en el calzado que se creó en el siglo XIX para la práctica del ballet clásico, pero en realidad deben su nombre a uno de los toreros españoles más emblemáticos. El matador Manuel Laureano Sánchez, “Manolete”, pidió expresamente en 1940 unos zapatos basados en la comodidad de las citadas bailarinas, pero con una suela más resistente y apta para torear. Su uso terminó traspasando el mundo del ruedo, siendo todavía hoy día una prenda de moda femenina habitual.

El bolso bandolera

Este accesorio se diferencia por tener una correa más larga que permite llevarlo cruzado desde el hombro. Precisamente por eso se llama “bandolera”, porque esta manera de colgarlo recuerda a la banda de cuero o tela donde los famosos forajidos del mismo nombre llevaban ocultas sus armas.

Las katiuskas (Wellington boots)

Estas botas de agua altas sacan su original nombre de la protagonista de una zarzuela (género de teatro musical español) que se estrenó en Barcelona en 1931. La pequeña Katia o Katiuska llevaba esta prenda imprescindible para días de lluvia (sí, en España también llueve) durante la mayor parte de la representación. La obra tuvo tanto éxito que, al igual que pasó con Rebeca, este tipo de calzado adoptó el pseudónimo de su heroína.

Tres expresiones en español de origen histórico

Me gustaría mezclar la etimología con la historia de España y Sudamérica. Para ello, escogeré tres expresiones en español de origen histórico de uso coloquial.

SER UN GRINGO

El origen de esta palabra, que puede usarse como adjetivo y como sustantivo, se remonta a la guerra entre México y Estados Unidos (1846.1848) cuando el llamado Batallón de San Patricio, formado por desertores del ejército estadounidense, cruzaron la frontera y entraron en el país azteca. Iban vestidos de uniforme verde. Los mexicanos, de manera despectiva, los insultaban diciendo “green go” (algo así como “verdes, fuera”) pero mal pronunciado. De ahí la palabra se popularizó con la grafía castellana y pasó a escribirse y pronunciarse como la conocemos ahora, “gringo”, que es la palabra para referirse despectivamente a los estadounidenses blancos de origen europeo.

Una variante de esta versión es que los generales de la guerra, para hacer avanzar a sus soldados, les decían “green, go!” (algo como ¡batallón verde, avancen!) y de ahí los mexicanos empezaron a referirse a los invasores como gringos indistintamente. Hoy en día esta palabra es más utilizada en Sudamérica que en España y ha perdido poco a poco su matiz despectivo para pasar a nombrar únicamente a los norteamericanos en general.

TIRAR DE LA MANTA

Usamos esta expresión en España cuando queremos amenazar a alguien porque sabemos algún asunto vergonzoso, ilegal o comprometedor que, si descubrimos o destapamos, será de dominio público y podría comprometer o poner en peligro a esta persona. Su origen está relacionado con la expulsión de musulmanes y judíos de España por los cristianos y la obligación que el reino de Castilla impuso a estos últimos de reconvertirse al cristianismo si querían permanecer en la península. Por esta razón, muchos judíos se cambiaron el nombre o el apellido para “reconvertirse” en público, mientras que en privado algunos seguían manteniendo sus ritos, su lengua y su propia cultura.

Alrededor del año 1610 en la catedral de Tudela (Navarra) se colgó un lienzo (coloquialmente, “manta”) con los nombres de los judíos y sus descendientes que se habían quedado en España. Tirar de la manta era sinónimo de investigar falsas conversiones y actuar en consecuencia, es decir, probablemente ser juzgado por el tribunal de la inquisición, torturado, quemado, etc o saber quiénes eran católicos “de pura sangre”.

SER UN GATO

Aparte de al animal doméstico, con esta palabra en su función de adjetivo, nos referimos, en la comunidad de Madrid, a aquellos madrileños cuyos padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, etc, son también de Madrid porque nacieron aquí. Hay varias versiones sobre su origen, casi tosas relacionadas con trepar una muralla. Madrid fue fundada por los árabes, que construyeron una gran muralla que rodeaba la ciudad. Cuando ésta fue tomada por los cristianos, se cuenta que uno de los soldados consiguió trepar la muralla y entrar en la ciudad con la misma agilidad que un gato, de ahí el apelativo que se le dio tanto a él como a su familia, a la que durante generaciones se la conoció como “los gatos”, de ahí que ser un gato signifique ser madrileño “de toda la vida” o llevar generaciones enteras naciendo aquí.

Tres expresiones en español de origen histórico

Muralla árabe de Madrid

Otra versión habla de la agilidad de los madrileños que trepaban muros escapando del ejército francés durante la invasión napoleónica allá por 1808. Como ocurre casi siempre con el origen de las palabras, no se sabe a ciencia cierta si esto es verdadero o no; en cualquier caso, no es tan fácil encontrar madrileños gatos, ya que una gran mayoría de nosotros procedemos de familias de otras regiones de España que se establecieron en la capital en busca de mejores oportunidades de trabajo.

Así que ya lo sabes, si eres gringo, seguro que no eres gato y si un gringo o un gato quieren hacerte daño y sabes algo oscuro de su pasado, siempre puedes amenazar con tirar de la manta para protegerte.