Actividades para practicar los pasados en español

No sé cuál es la mejor  forma de practicar los pasados en español, pero desde luego sí sé cuál es la peor: rellenar huecos. Aunque una de las dificultades de la gramática en español es la abundancia de tiempos verbales y las irregularidades de cada uno de ellos, aprender los pasados haciendo meros ejercicios de gramática, sin un contexto, y limitarse a conjugar los verbos, no sirve de mucho si realmente queremos entender cuándo y por qué se usan. De ahí que recurramos a actividades para practicar los pasados en español con ejemplos concretos y contextos reales para que el estudiante pueda entender la razón de usar un pasado u otro, y, una vez asimilados por separado, sea capaz de usarlos juntos para comunicarse correctamente, que es de lo que se trata.

Cómo enseñamos en nuestra escuela los pasados en español

Aunque cada profesor pone su aportación personal, en general en nuestra escuela seguimos un orden para aprender los pasados en español. Empezamos por el pretérito perfecto (he comido) para después pasar al pretérito indefinido (comí) y hacer un contraste entre los dos. De ahí pasamos al pretérito imperfecto (comía) para a continuación centrarnos en contar una experiencia pasada con estos dos últimos (imperfecto/indefinido: comí/comía). Finalmente estudiamos el pretérito pluscuamperfecto (había comido). Todo esto lo integramos en un texto real, una situación familiar, una experiencia personal, algo que el estudiante pueda reconocer para que intuitivamente entienda por qué se usan, y, una vez practicada la forma, empezar a aprender los pasados en español con juegos, actividades, relatos, concursos y anécdotas reales.

 

Claves para enseñar los pasados en español

Una clave muy importante son las preguntas que tenemos que hacernos cuando usamos los pasados:

  • ¿Cuándo?
  • ¿Una vez, varias veces o de forma habitual?
  • ¿Antes o después de otra acción pasada?
  • ¿La acción pasada terminó o no terminó?

La segunda clave son los marcadores temporales, que nos ayudan a situarnos en el tiempo y saber si la acción pasada está dentro de un tiempo no terminado (hoy, esta mañana, este mes, este año, etc.) y usamos el pretérito perfecto o si la acción está dentro de un tiempo ya terminado (ayer, anoche, la semana pasada, el año pasado, en 2010, etc.) y usamos el pretérito indefinido.

La tercera clave es entender que hay varios tipos de acciones, y cada una necesita expresarse en un pasado diferente:

– Acciones terminadas en un tiempo no terminado con pretérito perfecto:

«Esta semana he ido al gimnasio».

La acción de ir al gimnasio está terminada, pero esta semana todavía no ha terminado.

– Acciones terminadas en un tiempo terminado con pretérito indefinido:

«La semana pasada fui al gimnasio».

La acción de ir al gimnasio está terminada y la semana pasada ya terminó, ahora estamos en otra semana que no tiene relación con la anterior.

– Acciones no terminadas en un tiempo terminado: pretérito imperfecto:

«Ayer, cuando iba al gimnasio, me encontré con mi amigo Pedro por la calle».

La acción de ir al gimnasio no estaba terminada, fue en el proceso de ir al gimnasio cuando pasó otra cosa, ver a mi amigo. En este tipo de frases usamos dos pasados: pretérito imperfecto para la acción en desarrollo  “cuando iba al gimnasio” y pretérito indefinido para la acción que terminó “me encontré con mi amigo”.

– Acciones habituales en pasado imperfecto:

«Antes iba mucho al gimnasio».

La acción se repetía habitualmente en el pasado; esto solo podemos expresarlo con el pretérito imperfecto de indicativo.

– Acciones pasadas que sucedieron antes que otra acción pasada con pretérito pluscuamperfecto:

«Cuando yo nací, el dictador Franco ya había muerto».

Yo nací en 1978 y el dictador Franco murió en 1975; en este caso utilizo el pretérito pluscuamperfecto en la acción que es anterior a la segunda.

– Descripciones con pretérito imperfecto:

«Mi abuelo era muy alto, tenía el pelo blanco y vivía en una casa muy grande en el campo donde siempre hacía sol en verano».

Un error que no debe cometerse es pensar que el pretérito indefinido se refiere a acciones muy lejanas en el tiempo y el pretérito perfecto a acciones más cercanas. No es así. Por ejemplo, puedo decir:

«Ayer comí en un restaurante».

«Este mes he comido en un restaurante».

Lo importante es que ayer ya ha terminado y este mes no, por eso la verdadera razón de usar uno de estos dos pasados es si el tiempo está terminado o no.

El contraste entre el pretérito indefinido (hice) y el pretérito imperfecto (hacía) es fundamental a la hora de contar anécdotas o historias en el pasado; no pueden funcionar el uno sin el otro. El pretérito indefinido sirve para hacer avanzar la narración pasando a una nueva acción. El pretérito imperfecto nos informa de las circunstancias y nos sirve para hacer descripciones. Si yo te empiezo a contar que “ayer, estaba sentada en el parque” y no digo nada más, seguro que querrás saber qué pasó: vale, estaba sentada en el parque, ¿y? ¿y qué más, qué pasó? Ahí es cuando necesitamos el pasado indefinido, porque tiene que haber una acción: “ayer, estaba sentada en el parque y de repente se me acercó una chica y me pidió ayuda”. ¿Y cómo era la chica, qué ropa llevaba, cuántos años tenía, de dónde era? Con pasado imperfecto describimos a la chica: la chica parecía bastante joven, era pelirroja, llevaba un vestido negro, tenía un libro en la mano y estaba nerviosa.

Actividades para practicar los pasados en español

Una de las actividades para practicar los pasados en español es el juego «battleship» utilizando verbos en vez de letras y números para encontrar los barcos. Esta es una manera genial de repetir las formas y asimilarlas sin darte cuenta porque estás jugando, lo que quieres es ganar a tu compañero y te olvidas de que estas practicando los verbos.

Sin pensar mucho en la forma y más en el contexto, para el pretérito perfecto, podemos jugar a hacer preguntas sobre acciones inverosímiles para saber las experiencias que ha tenido cada uno en su vida. Por ejemplo, si usamos la pregunta “¿alguna vez has…?” pero con situaciones absurdas, es más divertido: ¿Alguna vez has ligado en un bar?, ¿alguna vez has viajado solo/a?, ¿alguna vez has perdido un avión?, etc.

Para el pretérito indefinido es muy divertido hacer juegos de preguntas difíciles con opciones de respuesta en grupos y competir con el grupo contrario. Por ejemplo, si hay un estudiante de Corea del sur y otro de Italia, pueden hacerse preguntas de este tipo: ¿Cuándo fueron los Juegos Olímpicos de Seúl?, ¿cuándo fue la última vez que Italia ganó un mundial de fútbol?, etc. Este juego se puede repetir con el pretérito imperfecto con el mismo tipo de preguntas como por ejemplo: ¿Cómo se llamaba la primera mujer presidenta de Corea del sur?, ¿quién era Julio César?, etc.

Para el indefinido hay una actividad que se llama «Años importantes de tu vida», donde el estudiante sale a la pizarra y escribe tres fechas que fueron importantes para él o ella, pero el resto de la clase no sabe lo que pasó y tiene que hacerle preguntas del tipo sí/no. Las preguntas tienen que estar en indefinido, por ejemplo: ¿Naciste en 1999?, ¿tuviste un accidente en 2015?, ¿empezaste la universidad en 2020?, etc. Y así hasta que acierten.

Para practicar el indefinido y el imperfecto hay múltiples actividades que se pueden hacer, como inventar una historia a partir de fotos, terminar una historia de amor y escribir una historia a partir de escuchar sonidos. También son muy recomendables actividades donde, por ejemplo, te dicen que ha habido un asesinato o un crimen, y, a partir de algunos datos, hay que reconstruir la historia y adivinar quién ha sido el asesino, qué pasó, cómo pasó, dónde estaba la víctima, qué arma usó el asesino, etc.

Por último, para practicar el pretérito pluscuamperfecto se pueden usar fotos de famosos que hicieron algunas cosas siendo muy jóvenes: el juego consiste en unir las fotos con la información que aparece en las tarjetas. Por ejemplo, la foto de Lady Gaga con la tarjeta “A los 13 años ya había compuesto muchas canciones”. Después de este juego podemos entregar un cuestionario para saber quién es la persona más precoz de la clase, por ejemplo: Buscad a alguien que a los 15 años ya había viajado a un país extranjero.

Estos son sólo algunos ejemplos de las múltiples actividades para practicar los pasados en español que se pueden hacer para acostumbrarse a usarlos correctamente. Lo más importante es no perder nunca de vista ejemplos concretos y practicar en clase mediante actividades comunicativas.

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